La automatización de los sistemas de riego en un invernadero como el nuestro pasa inexcusablemente por la instalación de electroválvulas.
Una electroválvula no es más
que un "grifo automático" que se abre y se cierra con una orden eléctrica
transmitida por un programador de riego o un sistema domótico, como es nuestro
caso, mediante una app móvil.
La base de esta instalación domótica debe ser firme y muy regular de manera que las electroválvulas mantengan constantes las presiones de trabajo en los sistemas de riego que manejan.
Para conseguir esta sujeción
firme y esta regularidad en el invernadero del IES Carolina Coronado hemos
optado por la instalación sobre piezas de latón roscadas. Se trata de una batería
de 4 electroválvulas con sistema de cierre de averías manual e individual y una
acometida general también con sistema de cierre manual.
Todo el conjunto va gestionado
por una placa Arduino que permite la gestión de las electroválvulas desde una
app móvil.
El proceso de montaje requiere de mucha precisión ya que, al
ser piezas roscadas, hay que usar teflón para garantizar la estanqueidad de
cada una las juntas. El proceso lo han realizado los alumnos bajo la supervisión
de sus profesores.
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